El actor

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Gustavo Saffores

jueves, 4 de septiembre de 2014

Terminó el Festival y quedó un sabor a Latinoamérica | La Patria

Terminó el Festival y quedó un sabor a Latinoamérica | La Patria:



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"A propósito de Ricardo III, que en realidad se llamó Algo sobre Ricardo, es una adaptación soberbia. De lejos el mejor unipersonal o monólogo. Inteligente dirección de Mariana Percovich que supo combinar la capacidad de un magistral protagonista con las posibilidades que da la pantalla".


miércoles, 3 de septiembre de 2014

Más repercusiones en Manizales, Colombia


La edición 36 del Festival de Teatro de Manizales que finalizó el domingo estuvo llena de imágenes poéticas, como la muerte de una Ofelia cubierta por una suave corriente de agua en la obra boliviana ‘Hamlet de los andes’, y también de frases demoledoras: “El amor es la mejor arma que tenemos los hombres para acabar con las mujeres”, decía el actor Gustavo Saffores en el unipersonal ‘Algo de Ricardo’. 

Con México como invitado de honor y con un ciclo dedicado al dramaturgo inglés William Shakespeare, el evento reunió a 87.000 espectadores en las funciones de sala, calle y en la Carpa Circo, que tuvo una programación diaria dedicada a este género.



En esta edición, el festival continuó con su apuesta de mostrar las propuestas de las principales figuras del teatro latinoamericano y además reflejó el buen momento de la escena colombiana, con obras como ‘Ositos de goma’, del Teatro R101, y ‘Matando el tiempo’, de La Maldita Vanidad. “Apuestas de riesgo por la innovación en los lenguajes, homenajes a la tradición teatral del continente, encuentros teóricos, trabajo en red de 26 festivales internacionales invitados, dejan el sabor de un festival en permanente ebullición, que logró generar el asombro frente al hecho escénico”, aseguró el director del evento, Octavio Arbeláez. 


Algo de Ricardo', de Uruguay En los años recientes, el uruguayo Gabriel Calderón ha logrado una conexión especial con el público manizaleño por obras como 'Mi muñequita', 'Ex: que revienten los actores' y 'La mitad de Dios'. 

Este año, Calderón estuvo como dramaturgo con la obra 'Algo de Ricardo', en la que volvió a desplegar ese potente discurso que lo ha convertido en una de las principales figuras del teatro latinoamericano. 

Con dirección de Mariana Percovich, este unipersonal es una versión contemporánea del clásico 'Ricardo III', de William Shakespeare, en la que un actor ambicioso relata cómo destruye las relaciones del grupo que pretende montar la obra. 

El actor Gustavo Saffores dio un verdadero recital en esta pieza del grupo Complot Teatro, en la que además de encarnar al arrogante protagonista, también interpreta algunos monólogos del relato original de Shakespeare.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Algo de Ricardo en El Espectador de Colombia


Gustavo Saffores se apropia del texto de dramaturgo Gabriel Calderón inspirado en la obra de William Shakespeare. Esta iniciativa escénica se exhibió en la edición XXXVI del Festival Internacional de Teatro de Manizales. 

Por Juan Carlos Piedrahíta

'Algo de Ricardo' es un monólogo pero durante la puesta en escena el actor no está solo en el escenario. Gustavo Saffores es el encargado de apropiarse del texto de Gabriel Calderón inspirado en la historia de Ricardo III, de William Shakespeare. La propuesta de la compañía uruguaya Complot Teatro se nutre de elementos tecnológicos y recurre a algunos desarrollos alternativos, como proyecciones audiovisuales, para mostrar diversas tensiones existentes en las tablas. El diálogo entre el actor y su propio cuerpo, las fricciones entre el personaje y un supuesto director, así como las conversaciones con un elenco ficticio, hacen que el montaje adquiera aristas. 



Seis espectadores espontáneos hacen parte del montaje. No tienen parlamento, ni vestuario, solo deben acompañar al actor sobre la tarima para que él pueda llevar a cabo sus parlamentos. Ellos marcan el límite geográfico que impide que Saffores rebase la frontera imaginaria y están allí como integrantes de un colectivo teatral que debe sacar adelante una versión más de 'Ricardo III'. La dirección escénica está a cargo de Mariana Percovich, quien se ha destacado por exhibir iniciativas de teatro unipersonal recurriendo a las capacidades histriónicas de sus guiados. De esta manera ella cuenta historias y demuestra que en las artes escénicas existen las texturas y las posibilidades.

Detrás de esa paleta de colores planteada por la directora y más allá de la dramaturgia audiovisual de Miguel Grompone, está el texto de Gabriel Calderón, quien aprovecha las habilidades del actor y los alcances del teatro shakespereano para despacharse sobre temas puntuales que preocupan a los actores contemporáneos. Gustavo Saffores les saca partido a la ironía y a la sátira que vienen desde el libreto para potencializar sus recursos y convencer al público de una sola verdad: él es capaz de representar a Ricardo III, de ponerse en la piel de un actor exigido y de marcar los ritmos de una escena. 

Tal y como lo plantea el título del montaje de Complot Teatro, compañía invitada a la edición XXXVI del Festival Internacional de Teatro de Manizales, la obra establece una dinámica lúdica al querer ir tras los pasos de Ricardo III, pero también al pretender aproximarse a la vida de William Shakespeare, y a la vez deja sobre las tablas la imposibilidad de concretar los contenidos del teatro isabelino en un tipo de espectáculo actual. Por eso, el material audiovisual que se exhibe en la gran pantalla, ubicada como fondo de toda la escena, muestra fragmentos de restos arqueológicos vinculados a la historia del genio inglés. 

"El cuerpo del actor, que se apropia de los personajes que debe representar, el cuerpo del dramaturgo que se traduce en el libreto y asimila un texto clásico. Los elementos de la escena: audio, luces, imágenes, vestuarios y objetos son manipulados por un solo actor sobre el escenario. Esas son las características principales de 'Algo de Ricardo' de Complot Teatro", asegura Gustavo Saffores quien asumió el reto de abordar un monólogo y adquirió los suficientes recursos histriónicos para mantener cautivo al espectador. Él realiza un trabajo en varios niveles de ficción, porque por un lado va en busca de las características de una invención shakespeareana, pero por otro representa al propio actor en la lucha con un supuesto director y con un elenco inventado. 

En la superficie, 'Algo de Ricardo' es un montaje unipersonal. En la profundidad, es una propuesta con matices, aristas y texturas que reivindica el impacto de un texto generoso y el poder de una actuación contundente